El rol de la autoridad competente en el sistema normativo de NFPA

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El uso de códigos y normas de la National Fire Protection Association – NFPA es cada vez más frecuente en los países de América Latina, dado que proporcionan requerimientos mínimos de diseño, construcción y mantenimiento, que permiten asegurar de modo confiable el alcanzar objetivos de seguridad contra incendios.

Cuando se utiliza por primera vez alguno de los documentos de NFPA se descubre la gran cantidad de referencias a otros códigos y normas que conforman un conjunto de exigencias complementarias, lo que obliga a conocer y utilizar más de un documento para completar de forma satisfactoria un proyecto. Por lo anterior, es que nos referiremos al conjunto de códigos y normas de NFPA como a un sistema normativo.

El desarrollo de un sistema normativo como el de NFPA es difícil de lograr en Latinoamérica, razón por la cual existen países que han adoptado algunos de sus códigos, como NFPA 101 Código de Seguridad Humana y sus normas complementarias, y otros que han elaborado exigencias propias, pero que incluyen referencias a normas de diseño e instalación, como NFPA 13 y NFPA 72, por mencionar algunas. Así, de un modo u otro, ya sea por adopción o por referencia, en Latinoamérica utilizamos el sistema normativo de NFPA.

El uso del sistema normativo NFPA en Latinoamérica, no obstante, presenta algunos desafíos que no son explícitos y que, de no ser resueltos, pueden generar dificultades en la correcta aplicación de sus requisitos. Uno de estos desafíos corresponde a la definición de las responsabilidades y atribuciones que deben tener las distintas partes involucradas, existiendo, en particular, una figura de vital relevancia, que corresponde a la Autoridad Competente.

El término Autoridad Competente corresponde a una traducción del término en inglés, Authority Having Jurisdiction (en su acrónimo AHJ que emplearemos en adelante), cuya definición oficial de NFPA la encontraremos en el Capítulo 3 de Definiciones de cada una las normas, y en la mayoría en el punto 3.2.2, donde define como “Una organización, oficina o individuo responsable de hacer cumplir los requisitos de un código o norma, o para aprobar equipos, materiales, una instalación o un procedimiento”. Es importante aclarar que el término Competente de la traducción al español se refiere a la Jurisdicción, que deberíamos interpretar como la figura que tiene la potestad de la Autoridad en el contexto de los códigos y normas, no teniendo relación la definición con la pericia, aptitud o idoneidad que la Autoridad tiene con respecto al tema, si no al ámbito legal y a las atribuciones que le corresponden por su incumbencia. Ahora bien, es claramente deseable que la autoridad con la jurisdicción sobre el tema tenga los conocimientos técnicos necesarios para cumplir de forma adecuada con su responsabilidad.

Dentro del material aclaratorio de NFPA se agrega “La frase autoridad competente o su acrónimo AHJ se emplea de manera amplia en los documentos de NFPA, dado que las jurisdicciones y agencias de aprobación varían, como también varían sus responsabilidades. Donde la prioridad es la seguridad pública, la autoridad competente puede ser un departamento federal, estatal, local o regional, tal como un funcionario superior de bomberos, un jefe de bomberos, un jefe de una oficina de prevención de incendios, departamento de trabajo o departamento de salud; un funcionario de la construcción; un inspector eléctrico; u otros con autoridad estatuaria. A los fines de los seguros, la autoridad competente puede ser un departamento de inspección de las compañías de seguros, una oficina de clasificaciones u otro represen[1]tante de una compañía de seguros. En muchas circunstancias, el propietario o su representante designado asume el rol de la autoridad competente; en las instalaciones gobernantes, el funcionario comandante o el funcionario departamental puede ser la autoridad competente”.

A partir de la definición de la AHJ se aprecia cuan amplias son sus labores y responsabilidades y estas pueden recaer en más de un estamento, organización o persona durante las distintas etapas de un proyecto. Un ejemplo de esto corresponde a un proyecto de construcción de una bodega o almacén para una compañía internacional, donde el diseño de los medios de protección contra incendios queda en mano de profesionales locales. Primeramente, es esperable un proceso de inscripción y aprobación del proyecto por una tercera parte gubernamental, como un ministerio, municipio, alcaldía o el término que mejor aplique en cada país; otra alternativa es que esto sea responsabilidad de un departamento de bomberos, incluso pudiese darse el caso de que tengan implicancia ambos y en este caso se identifican para un mismo proyecto dos AHJ. Por otra parte, como suele ocurrir en algunas grandes compañías internacionales, puede existir un lineamiento corporativo que sea responsabilidad de algún departamento de seguridad o de protección interno, lo que se interpreta como una tercera AHJ. Finalmente, es muy probable que dicha infraestructura debe tener una póliza de seguros, por lo que la compañía de seguros también velará por la adecua[1]da protección contra incendios y puede establecer requisitos adicionales, constituyéndose en una cuarta AHJ para un mismo proyecto.

La o las AHJ variarán de proyecto en proyecto y también entre sus distintas etapas. El éxito de un proyecto implica la adecuada y temprana identificación de la o las AHJ involucradas desde la etapa de planificación, siendo vital su participación al momento de establecer los objetivos y estrategias de protección, donde incluso puede ser necesaria su incorporación al equipo de trabajo. Para identificar correctamente la AHJ se debe evaluar el marco regulatorio, la ocupación a proteger y las partes involucradas.

La AHJ se encuentra involucrada forma transversal en todo proyecto de protección contra incendio, teniendo relevancia no solo para garantizar la correcta aplicación de los códigos y normas aplicables, sino que también es un apoyo frente a posibles interpretaciones y, además, tiene directa injerencia y la potestad para definir cómo deben abordarse diversos aspectos críticos. Algunos ejemplos de la intervención de la AHJ son los siguientes.

Ante la posibilidad que los requisitos prescriptivos indicados en los códigos o normas no sean factibles al momento de cambiar el tipo de ocupación de un edificio existente o bien cuando se pretende utilizar un sistema innovador el cual no se encuentra comprendido en las normas y no puede ser probado según los procedimientos requeridos, la AHJ tiene por norma la facultad de aprobar dichos proyectos mediante un proceso de equivalencia, donde mediante una evaluación técnica documentada se realiza un análisis de ingeniería, que permite demostrar y garantizar que en el escenario de un incendio se logra un nivel de seguridad contra incendio igual o mejor al que se hubiese obtenido en el caso de aplicar y cumplir con los requerimientos del código.

Algunas normas como NFPA 25 define que las inspecciones, pruebas y mantenimiento debe ser llevados a cabo por personal calificado, lo que corresponde a una persona competente y capaz que ha cumplido con los requisitos y el entrenamiento para un determinado campo, aceptable para la AHJ, siendo uno de sus roles definir los requerimientos de formación, experiencia, entre otros.

El involucramiento de la AHJ en el diseño de una red de incendio abarca desde lo general, teniendo que todos los planos de trabajo ser presentados para su aprobación y cualquier modificación debe requerir de su permiso; como lo particular, teniendo incluso que ser consultada respecto a la cantidad y tipo de mangueras a ser instaladas en las casetas que se instalen junto a los hidrantes en el caso que estos sean considerados para el uso de personal de la planta o de una brigada de incendio.

Como se ha detallado, no debe entenderse a la AHJ únicamente como el responsable de la aprobación o aceptación final de una instalación, debido a que debe estar involucrada de forma participativa y resolutiva desde la etapa inicial de un proyecto, para aprobar o rechazar el uso de normas y códigos o de métodos de diseño alternativos, para la calificación de personal, uso y provisión de equipos o materiales específicos, y para la excepción o definición de requerimientos adicionales, entre muchos otros.

Es necesario mantener la existencia de una o más AHJ durante toda la vida útil de una instalación con el propósito de garantizar el cumplimiento en el tiempo de los requisitos de los códigos o normas, lo que es responsabilidad del propietario, en espacial cuando se realizan modificaciones a la instalación o a su contenido y también para las labores de inspección, pruebas y mantenimiento sobre los medios de protección. Si esta figura no existe, se requiere la definición por parte del propietario de una AHJ independiente, no gubernamental, interna o externa, para verificar la permanencia de los cumplimientos reglamentarios y normativos, con la consideración que no es recomendable que esta función de verificación recaiga directamente en el responsable de la realización del trabajo a controlar o verificar.

Finalmente, uno de los desafíos que implica la utilización de códigos y normas NFPA en Latinoamérica es la necesaria incorporación en los correspondientes marcos regulatorios de una clara definición de la AHJ en cada una de las etapas de un proyecto de protección contra incendio y durante toda la vida útil de una instalación, así como las responsabilidades de todas las partes involucradas, para poder cumplir adecuada[1]mente con los objetivos de seguridad humana y protección contra incendio requeridos.

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