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«Aviones no son para extinguir el fuego, sino para humedecer la zona», afirmaba exministro Fernández

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Sr. Mario Fernández, Ministro del Interior y Seguridad Publica Sr. Aaron Cavieres Director Ejecutivo Corporación Nacional Forestal

Por Conrado Marin, Consultor Protección contra el Fuego

Muy señores míos : Me refiero a lo publicado por El Mercurio el día domingo 29 de enero de 2017, Cuerpo D, página D6. “Aviones no son para extinguir el fuego, sino para humedecer la zona, afirma ministro Fernández”

Es necesario, primero que todo, tener una idea clara sobre el uso de agua como agente extintor en fuegos clase A, esto es, fuegos originados por combustibles sólidos que presentan una doble fase. Una fase inicial de llama y luego una fase final de brasas.

¿Pero qué hace el agua? Si uno toma madera, por ejemplo, y le aplica calor, esta lo absorberá́ y, por consiguiente, subirá́ su temperatura, generando, inicialmente, vapores que mezclados con el aire no forman una mezcla inflamable. En la medida que la madera sigue subiendo su temperatura empezará a generar vapores que sí forman una mezcla inflamable con el aire, por lo que, en presencia de una chispa, llama o fuente de calor capaz de proporcionar la energía suficiente para encender la mezcla, se generará un fuego.

Si a esta madera en combustión, entonces, se le extrae el calor, bajará su temperatura. El calor puede ser extraído con un agente que tenga una buena capacidad de absorción, por ejemplo, agua.

Un centímetro cúbico de agua necesita una caloría para subir su temperatura en 1 °C.

¿Al llegar a 100 °C el agua pasa inmediatamente a vapor? No, necesita 539 calorías adicionales para hacerlo. El agua es, sin lugar a duda un buen agente para enfriar, para bajar la temperatura del combustible o material clase A. Una vez que la temperatura baja, llegará un punto en que la madera deja de generar vapores que forman una mezcla inflamable con aire, extinguiéndose el fuego.

A este punto debe uno debe preguntarse ¿Qué descarga un avión? ¡Por supuesto que agua! ¿El agua enfría? ¡Por supuesto que sí! ¿Tiene capacidad de extinción? ¡Por supuesto que sí!

El agua tiene la capacidad de humedecer o humectar, esto es, de cubrir la madera, actuando como “retardante” pues es necesario aplicar gran cantidad de calor para “quitar” o “remover” el agua y poder así encender y quemar la madera.

Si aplicamos agua en cantidad esta producirá una considerable baja de temperatura “enfriando” suprimiendo la generación de vapores, o bien, extinguiendo. Aquí queda claro que hay una relación directa entre el tamaño del fuego y la cantidad de agua para extinguirlo.

Probablemente la baja de temperatura va a lograr un medio ambiente más “agradable”, “soportable”, por parte de quien combate desde tierra, pero esto no es el único propósito del agua.

El propósito de la descarga de agua es, también, retardar y/o extinguir. La extinción de un fuego de proporciones permitirá a quienes están trabajando en tierra manejar en forma fácil un fuego de menor proporción e intensidad y /o brasas. Pero ¿es el agua un agente que fácilmente penetra un combustible clase A? No, para nada, su alta tensión superficial no lo permite.

¿Qué se puede hacer, entonces? Bueno, agregar un agente tensoactivo al agua. Un aditivo que le bajará la tensión superficial y permitirá que esta penetre el material clase A. Tensoactivos son usados a diario para lavar. Los llamamos detergentes. Un aditivo que se agrega al agua para bajar la tensión superficial y permitir que esta penetre las telas que se están lavando, removiendo la suciedad.

Pero dejo el lavado y regreso al fuego. Por años convivieron los agentes tensoactivos y las espuma para extinción de fuegos clase B. Los agentes tensoactivos para ser agregados al agua en fuegos complicados tales como fardos de pasto, fardos de algodón, aserrín y otros que el agua no puede penetrar. El tensoactivo sí le permite hacerlo. El agua en hidrocarburos definitivamente no hace su trabajo pues tiene una gravedad específica mayor que los hidrocarburos y, por lo tanto, se “hunde” en estos.

La espuma es un medio para hacer flotar el agua, entonces, sobre un combustible o un inflamable. Fue un profesional en Canadá que juntó ambas cosas y desarrolló un concentrado de espuma para ser utilizado en fuegos forestales ya sea con aplicación desde el aire o tierra.

El agua con solo un tensoactivo termina, inevitablemente, en el suelo. El agua más el concentrado de espuma para fuegos forestales, o solución de espuma, al ser descargada desde un avión se transformara en burbujas, cae ahora suavemente y cerca del 40% del agua, como burbujas, queda atrapada en las copas de los árboles y follaje.

Las burbujas, se “revientan”, regresan a solución de espuma, líquido que tiene el tensoactivo que le permite penetrar el material clase A, corteza, follaje, actuando como retardante de la combustión y/o evitándola.

Ahora, pregunta, ¿qué apaga más?, ¿el agua descargada por un avión para fumigar que maneja menos de 5.000 litros?, ¿un avión tanque que descarga 20.000 galones? ¿Cuánto apagan los 20.000 galones a los que se les agregó concentrado de espuma para fuegos forestales?

El profesional que desarrolló este concentrado de espuma para fuegos forestales, que se proporciona con agua entre 0.1% y 1%, llegó a concluir que la efectividad del agua aumenta tanto como 8:1. Debo mencionar que el “Supertanker” trabaja sin restricciones de velocidad, altura u operacionales, entregando un buen nivel de seguridad al personal que trabaja en tierra. Esto puede ser revisado en el sitio correspondiente.

De acuerdo con todo lo anterior creo que la aseveración del representante de CONAF de que los grandes aviones que cargan gran cantidad de agua no sir[1]ven, es una que no se ajusta a la realidad. Fue un comentario apresurado. Perdió la oportunidad de guardar silencio.

De hecho, la operación del Boeing 747-400 preparado para operar en fuegos forestales muestra lo contrario. La única restricción que ha tenido, y la tiene cualquier otro avión o helicóptero, es la visibilidad. Los comentarios del ministro también me parecen no adecuados.

En la publicación puedo leer: “….expertos en manejo del fuego (de CONAF) señalan que los aviones sí pueden apagar un foco pequeño en sus inicios o un rebrote, especialmente en zonas de difícil acceso para los brigadistas”.

Como comenté, la cantidad de agua debe ser proporcional al tamaño del fuego. Fuego pequeño, avión pequeño, con poca cantidad de agua. Estos son los aviones que utilizan fumigadores, como así también helibaldes que son de tamaño reducido.

¡En una zona de difícil acceso o no accesible la o las descargas de agua deben apagar! ¿Descargas de quién? ¡De el o los aviones! ¿Caso contrario?

 El texto continúa, se refiere a el o los aviones:

“…….ya que su tarea principal es lanzar agua y retardantes (el agua es un retardante, su eficacia aumenta con el con[1]centrado de espuma para fuegos forestales) para apoyar a las brigadas terrestres, que son las que trabajan en el control y extinción del siniestro. Esto último se realiza con la construcción de cortafuegos que eliminan el material combustible e impiden que el fuego avance”.

Las brigadas terrestres, entonces, no extinguen, remueven el material combustible para evitar que el fuego se propague. Lo que está en llamas es apagado con la descarga de el o los aviones y el trabajo terrestre es para extinguir brasas para evitar reignición o rebrote.

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